En contraposición al estancado cine de terror que se produce en Estados Unidos desde hace demasiado tiempo, se agradece la incursión en el género que nos llega desde otros rincones geográficos. Estas películas nos devuelven al terror como un ente angustiante, opresivo y provocador, alejándose de las producciones en serie que no logran causar sensaciones más allá del hastío y el aburrimiento en el espectador.
En Francia, a principios de la década de 1970,Lucie, una niña desaparecida un año antes, es vista caminando por una carretera en un estado catatónico, incapaz de revelar nada de lo que le ha ocurrido.
La violencia, la repulsión y el odio generados por esta historia son realmente necesarios para que el desarrollo de la trama encuentre un sentido final. En el cine, el fin justifica los medios, y es algo que todos deberíamos aceptar de una vez por todas. "Martyrs" es una película que no deja a nadie indiferente. Provoca repugnancia e interés en partes iguales. Aborda un tema que suscita controversia y que muchos consideran intocable. Sin embargo, todas las imágenes desagradables que desfilan en la película tienen una justificación: sumergirnos en la piel de un mártir propio. "Martyrs"es una película cruda, dolorosa y desesperanzadora.
Esta película de Laugier utiliza diversos conceptos de casos típicos en la historia de asesinos en serie, tanto reales como cinematográficos, como los "zulos" donde se maltrataba a las víctimas, tanto física como sexualmente. También explora el concepto de las sectas y las bases y creencias en las que se sustentan estas comunidades. Por último, aborda algunos conceptos presentes en la sociedad moderna, como la apariencia, el estatus social, las influencias y la educación, entre otros aspectos de menor escala. Laugier emplea todos estos detalles para crear esta pesadilla cinematográfica con matices de "cinéma vérité", casi como un documental ficticio (especialmente en las escenas del zulo), con algunos elementos del slasher de finales de los años 70.
Pascal Laugier nos presenta una película completamente distinta a todas las demás, llena de giros en los que nada parece encajar al principio, pero que conecta a la perfección al final. Es imposible permanecer indiferente ante esta obra original, cruda y sin rodeos. Áltamente recomendada a todos los amantes del género.