La segunda película del innovador movimiento cinematográfico Dogma (Dogma 2) es un experimento subversivo y provocador. Es una obra maestra de un moralista que busca la verdad a través dela anarquía, de un ateo que busca lo absoluto a través de las debilidades humanas.
Un grupo de jóvenes daneses se dedica a enfrentarse a la sociedad con sus idioteces. Karen, una mujer solitaria y reservada, se une al grupo después de participar involuntariamente en una de sus actuaciones.
Con un humor ofensivo y una elegancia sorprendente, Von Trier crea algo único y memorable. Lars Von Trier golpea a la burguesía danesa y su hipocresía con esta obra pretenciosa pero magnífica sobre burgueses que se refugian en el mundo del absurdo para escapar de sus monótonas vidas reales. La llegada de una nueva chica al grupo parece cambiar las cosas.
Es una obra redonda y original, con un mensaje subyacente que se desliza suavemente en la conciencia sin imponerse, demostrando la maestría de este polémico creador. Es una obra maestra del cine de los 90 que rompe esquemas con su inteligente desarrollo, alternando entre escenas desternillantes de humor y momentos patéticos vergonzosos, culminando en un final estremecedor. Personalmente, me agrada que las películas no me dejen indiferente, y esta ciertamente no lo hace. No lo hace la historia que cuenta, ni la forma en que está filmada, ni la profundidad de cada personaje que se revela en el último cuarto de la película, ni algunas de las escenas que aparecen en ella.
Más allá de la crítica a la sociedad burguesa, "Los idiotas"cuestiona todo lo que se considera "normal". Es un pequeño homenaje ala locura y a la irracionalidad que rigen nuestras vidas, al igual que la vida de los idiotas. Desde mi perspectiva, es una película subestimada: basta con pensar en los actores, a veces es difícil creer que no los están grabando con una cámara oculta, además del hecho de que al comienzo del rodaje solo contaban con un guión muy simple y se entregaron a la improvisación.
En definitiva, esta obra es tremendamente inteligente y corrosiva. Nadie que tenga un mínimo de sentido común podrá evitar cuestionarse la falsedad y la realidad burguesa de la sociedad en la que vivimos en Europa.