Nos encontramos ante una de esas joyas del realismo francés que logra sumergirnos de tal manera en su historia que olvidamos que estamos viendo una película. Los personajes son tan palpables que podríamos identificarlos como seres reales, cercanos, tiernos y fácilmente reconocibles.
Isa es una joven de veinte años que realiza diversos trabajos eventuales. Su camino se cruza con el de Marie, que es también una joven solitaria, pero que se rebela contra su condición social.
Las interpretaciones de Bouchez y Regnier son magníficas, rebosando cotidianidad y naturalidad en cada escena. La historia es creíble y conmueve sin caer en sensiblerías. Ambas protagonistas enfrentan distintos miedos mientras luchan por salir adelante en la vida.
Esta ópera prima revela a un cineasta talentoso, amante del riesgo, que con recursos limitados, grandes interpretaciones y una narrativa cargada de verdad, aborda un argumento dramático, incluso trágico, pero sin caer en trascendentalismos. La historia se expone desnuda y cálidamente, con la solidez que otorga una trama original y la ausencia de ataduras. "La vida soñada de los ángeles", un título precioso, es un cine en el que los pequeños detalles adquieren vida propia, fragmentos de una realidad dispersa, un retrato de dos almas gemelas y a la vez antagónicas, impregnado de la melancolía que el paso del tiempo trae consigo y la falta de un punto de apoyo sólido al cual aferrarse, con la utopía como telón de fondo. Al menos, son seres libres, y Bouchez en particular encarna un espíritu angelical, inmaculado y fascinante. La película no es un pesimismo lacerante, sino más bien la exposición de un círculo vicioso que envuelve a estos dos ángeles. Es imposible evitar empatizar con los personajes, especialmente con estas dos chicas que nos arrastran a través de sus esfuerzos diarios por alcanzar un mundo mejor.
Érick Zonca retrata con precisión una historia íntima sobre la amistad y la soledad. Las dos protagonistas, desubicadas en la vida, luchan por encontrar su lugar en el mundo y sobrevivir en su día a día. También resalta los problemas económicos, la dificultad de encontrar un buen empleo, la necesidad de sentirse amado y feliz, así como la búsqueda de salidas y soluciones.
"La vida soñada de los ángeles" es una película que se sumerge en la cotidianidad, destacando por la naturalidad, ternura y frescura de sus dos protagonistas. Cada vez que Zonca enfoca su mirada en ellas, el espectador siente que son auténticas, cercanas en todos los sentidos. Son un reflejo. A pesar de los tonos pesimistas presentes en la fotografía, la franca sonrisa de Bouchez siempre será un aliento de esperanza.