Inquietante, sombría y sarcástica. Barton Fink es una espléndida comedia negra que se inscribe en la tradición de grandes cineastas como David Lynch, Luis Buñuel o los mismos Coen.
En 1941, Barton Fink viaja a Hollywood para escribir un guión sobre el luchador Wallace Berry. Una vez instalado en el Hotel Earle, el guionista sufre un agudo bloqueo mental.
Este film independiente es el cuarto trabajo de los hermanos Coen. Fue rodado en los estudios Culver, City Hall y LA (California), con un presupuesto de 9millones de dólares. Fue nominado a 3 premios Oscar y obtuvo 3 premios en elFestival de Cannes (Palma de Oro, Mejor Director y Mejor Actor).
La película parodia el mundo de Hollywood, repleto de ejecutivos pretenciosos e incompetentes, directores sin ideas, un exceso de guionistas, el alcoholismo como respuesta a la frustración, la obsesiva búsqueda del éxito comercial y la repetición de temas y argumentos trillados. A un nivel más profundo, explora el papel del buen guionista, quien trabaja arduamente para sacar a la luz verdades ocultas de la vida. En un tercer nivel, se critica con sorna el antisemitismo, el militarismo, la fuerza bruta y las burlas hacia el trabajo intelectual, así como la violencia doméstica.
Los hermanos Coen se sumergen en el proceso creativo del autor enfrentado a la página en blanco, explorando la angustia de la creación y el dolor como motor del arte. El resultado es un metacine de alta calidad. Pero lo mejor de todo es que "Barton Fink" va más allá y nos brinda dos interpretaciones apoteósicas por parte de dos genios infravalorados como Goodman y Turturro. El primero está impresionante, irradiando un vigor y una entereza casi únicos, mientras que el segundo, tímido al principio, alcanza sus mejores momentos al interpretar a ese personaje desahuciado que, de repente, comienza a confiar en sí mismo, alcanza la cumbre, se enorgullece de su propio esfuerzo... hasta que vuelve a enfrentarse al mundo real.
Los hermanos Coen presentan una dirección preciosista y sublime, con una dirección de cámara casi perfecta, una fotografía destacada, una originalidad argumental y actuaciones memorables. Logran crear una obra que merece ser considerada una joya cinematográfica.